jueves, 11 de febrero de 2010

La dolce Vita

Le dolía en el alma, la soledad del vidrio.Prefería la madera con cierto olor a roble.Le dolía en el oído la frialdad del teléfono,y en los ojos, la arrogancia de las paredes.Pero limpiaba el vidrio con extremo cuidado.Pagaba con puntualidad el recibo del teléfono.Y todos los años pintaba las paredes.

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